Diezmo evangélico para tontos
Diezmo evangélico para tontos
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Bajo ningún punto de vista tiene sentido hablar del diezmo como modo de ofrenda en la iglesia. Los motivos son obvios: porque básicamente el diezmo es índole y no principio, porque es para Israel y no para la Iglesia.
Sin embargo, en paralelo a los Títulos positivos que se le atribuyen a la plata, muchas veces se dejan de flanco algunas cuestiones. Una de ellas es que no todos nacen ni cuentan, a lo prolongado de su vida, con las mismas oportunidades económicas.
Los tipos también permiten a los programadores especificar la forma en que los datos se procesan. Esto significa que los datos se procesan de acuerdo con los requisitos previamente establecidos.
En primer emplazamiento, consideremos la inteligencia y su relevancia en el universo social. Aquel considerado inteligente suele contar, en su entorno social, con valoraciones positivas por parte de los demás. Esto se debe a que la inteligencia suele traducirse en un conjunto de características particulares:
Si bien el hacienda permite ceder a la importación de bienes, a adquirir productos y a utilizarlo de la manera en que cada singular lo desee, hay valores que se atribuyen a su posesión: el esfuerzo, el triunfo, el valencia, el riesgo y la valentía, entre otros.
Hasta aquí, nos hemos referido a la ofrenda como principio; pero es importante hacer, por lo menos, una letanía de algunos de esos principios que hemos descubierto y reconocido por medio de la ofrenda, éstos son:
A pesar del nombre, el tipo perseverante variaba según los objetos gravados y las regiones, por lo que no siempre alcanzaba el diez por ciento. Ni se extendía a la totalidad de los productos agrícolas y ganaderos, lo que originó distorsiones del mercado al ampliarse de manera desmesurada los cultivos o la crianza de animales exentos de censo. El castigo más eficaz para evitar el fraude fue la excomunión, que no se levantaba hasta que el contribuyente pagaba la totalidad de las cantidades debidas.[25]
Subjetividad: Lo que puede ser importante para una persona puede no serlo para otra. Esta subjetividad se deriva de experiencias personales, valores y cultura.
Por supuesto que todo esto, es porque ignoran los distintos propósitos de Dios para con el hombre a través de los tiempos; es afirmar, confunden los distintos pactos, dispensaciones y períodos. Tal confusión es muy llano para aquellos que han asumido la responsabilidad de enseñar la Palabra de Dios. Y aunque pareciera ser un error que ha pertenecido sólo al pasado, aún ahora está presente Internamente de distintas y variadas iglesias que dicen practicar La Sana Doctrina. Por un flanco, es consecuencia de malas enseñanzas, bien intencionadas o no. Por otro flanco, no menos bajo, se debe a la inapetencia por parte del creyente, de cosas que pertenecen al crecimiento espiritual; es asegurar, no anhelan
Lo vemos domingo a domingo en nuestras parroquias y la Iglesia lo agradece. Tu ofrenda sigue siendo un voto de confianza en la institución de la Iglesia. Gracias por esa confianza. ¡Dios te lo remunerará!
El que quiera diezmar debe comprobar toda la libertad de hacerlo; y si lo hace, debe ser voluntariamente y con discernimiento. Pero, lo que no se debe hacer, es predicar “el diezmo” como doctrina para la Iglesia, porque no lo es.
Y finalmente la palabra que ocupa nuestra reseña suele emplearse cuando se quiere atinar cuenta de la categoría y de la influencia social que Pastor de iglesia una persona ostenta en un determinado ámbito, Picasso en el mundo de la pintura.
Deseo usar esta oportunidad para dejar en vuestra conciencia poco que debe afligirnos this page profundamente como verdaderos siervos de Dios; y es cómo en estos últimos tiempos, la iglesia en Militar tiende a dividirse en forma irreconciliable entre los que mutuamente se desaprueban como “ortodoxos y tradicionalistas” y “liberales y modernistas”.
Pero el mandamiento tiene un sentido mucho más amplio que el sólo adivinar ese Diezmo y esas primicias. Nos hace ver la obligación de ayudar a la Iglesia, comunidad de fieles, de una forma responsable, sin embargo sea con nuestro tiempo o con nuestros fortuna materiales.